Algo va Bien en las artes escénicas

Las artes escénicas en Colombia sobreviven a pesar de su propia tragedia, la tragedia de ser subestimadas, ignoradas y devaluadas. La tragedia de no hacer parte del hábito en la canasta familiar como actividad vital para motivar la convivencia en sociedad; y la tragedia de no ser considerado un arte que mejore la calidad de vida y la productividad de la empresa privada.

Los artistas, gestores, productores y directores de teatros y proyectos artísticos nos debemos reinventar constantemente para alcanzar un nivel de audiencia que viva la experiencia teatral y con su presencia sostener abierto los espacios que generen mejores pensamientos. Las escuelas de artes han profesionalizado muchos más artistas que diez años atrás, aumentó el interés en los jóvenes para elegir carreras en el campo de las humanidades o las artes, los talentos fugados han regresado ampliando el territorio y acrecentando la competitividad de los artistas de nuestras ciudades colombianas.

Hoy podemos ser testigos del surgimiento de actividades con buenas intenciones para los mercados culturales como muestras nacionales e internacionales de arte, creación de tablados y edificaciones como escenarios habilitados para las artes escénicas y la ley 1493 de diciembre de 2011, promovida por el ministerio de cultura para dinamizar y respaldar el duro trajín de sostener una programación o un edificio abierto para el encuentro humano alrededor de las artes.

Por iniciativa particular y a pesar de la apatía de la empresa privada para apoyar las artes, se han inaugurado edificios, centros culturales, auditorios y casas para hacer teatro en todo el país. Se están abriendo mas edificaciones y hay más artistas profesionales con un nivel de talento destacado; pero (como nada es completo en la vida) no hay canales de divulgación como tampoco hay suficiente audiencia que tenga el hábito de valorar lo que hacemos por medio de la compra de su boleta como muestra de satisfacción ante el beneficio recibido al vivir un gran momento con las artes. Somos una industria cultural que desarrollamos una actividad de bienes y servicios a partir del intangible de las emociones humanas.

Hay tres formatos de edificaciones para las artes escénicas, el formato grande que son teatros de más de 700 sillas, el formato mediano auditorios entre 100 y 700 sillas y el formato pequeño que va de 1 a 100 sillas. Para estos lugares se crean obras con contenidos proporcionales a su capacidad técnica y espacial; de la misma manera se enfila el esfuerzo organizacional y administrativo de los promotores de estos espacios… este esfuerzo se hace más agudo, difícil y desolador si se forja de manera individual e independiente, de esa forma no es efectiva la gestión por que se entra en el campo de hacer competencia de audiencias; una práctica destructiva ya que el teatro reúne todas los pensamientos y clases sociales y del espectador asistente a un teatro surge el futuro espectador de otro teatro. Cuando se planea la parrilla de programación de un festival de teatro, por ejemplo, se hace con la táctica de entender que ninguna de las obras es competencia de las otras, que por el contrario una obra motiva a la presencia de ese público en una nueva función, la clave está en crear una cadena de motivaciones para que ese espectador vaya hoy a un espectáculo y salga pensando a cual otra obra asistirá en los próximos días en la ciudad, creando así una masa critica de espectadores.

Esa es la acción que les propongo a los gestores, productores, programadores y directores de teatro en Colombia, hagamos la masa critica de audiencia compartamos nuestras programaciones y rotemos los público circulando también las obras por los escenarios que tienen sus salas abiertas.

Algo Va Bien en las Artes Escénicas, pero iría mejor si consolidamos con esta reflexión un llamado para que los directores y promotores de todas las salas no compitan entre sí, ignorando la programación de otras salas. Los invito a desafiar la práctica de la competitividad destructiva y entrar a la acción de la unidad constructiva. Es necesario permitir la presencia de una cartelera de programación plural, que sirva a los medios de comunicación escritos y electrónicos como origen para entender que este oficio por el cual trabajamos, se hace con todo el esfuerzo y la credibilidad de que lo que hacemos, lo hacemos para desarrollar un mejor mundo a nuestro alrededor.

Wilson L. García D.

Director y Programador de artes escénicas

"Las artes escénicas Mejoran el pensamiento de una sociedad,

y elevan el estado de ánimo de una persona"

"Performing arts Improve the thought of a society,

and raise the mood of a person"