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    "Mancha", un fenómeno escénico que transforma la música familiar y conquista a miles de familias en Colombia

    Yenny Sánchez: El arte de emocionar y gestionar | "Mancha", un fenómeno escénico que transforma la música familiar y conquista a miles de familias en Colombia

    Mancha-Yenny-Sanchez

    Con más de 15.000 espectadores en todo el país, la actriz, compositora y directora artística Yenny Sánchez ha logrado posicionar su obra “Mancha” como una de las apuestas más innovadoras, sensibles y exitosas en la escena de la música familiar en Colombia y Latinoamérica. Mancha no es solo un concierto: es una experiencia escénica, un viaje musical inspirado en la infancia, las memorias, la ternura desde la mirada de dos niñas.

    Este espectáculo familiar, compuesto por 11 canciones originales escritas por la propia Sánchez y musicalizado por una banda en vivo de cuatro músicos, se ha convertido en una joya escénica latinoamericana, un ejemplo de cómo el arte dirigido a niños también puede ser profundo, bello, bien estructurado y comercialmente viable.

    "Mancha" es un concierto para la familia inspirado en las historias y recuerdos especiales de dos niñas que ven el mundo desde sus ojos de ternura, magia y aventura. Mancha son esas memorias, texturas y sabores que se quedan en nuestro corazón. Por medio de un viaje musical con canciones compuestas por Baca Teatro, somos testigos de los secretos de dos hermosas niñas que actúan y bailan junto a una banda de músicos muy especial."

    La música familiar se renueva con esta propuesta. Es fundamental que los niños y las familias escuchen nuevos ritmos para crecer. La música en esta etapa de la vida no debe estar dirigida únicamente a los niños, sino también a los padres, quienes acompañan el proceso educativo y emocional de sus hijos. Así, Mancha se convierte en un proyecto verdaderamente inclusivo, una propuesta artística que le habla a toda la familia con letras creativas, ritmos diversos y un enfoque escénico lleno de imaginación y color.

    El proyecto ha tenido un impacto real y medible: más de 15.000 niños han disfrutado sus funciones en vivo, y más de 15.000 personas han sido testigos del espectáculo en distintos formatos y escenarios. La obra ha llegado a emisoras nacionales, a programaciones culturales escolares, y ha tenido un alcance que demuestra que sí es posible hacer del arte una industria sostenible.

    Mancha-Yenny-Sanchez

    Yenny Sánchez lo ha logrado con visión, constancia y estrategia. “Todo esto es trabajo de gestión, de ir a los colegios a presentar el trabajo desde los beneficios para la audiencia, desde la estética y la experiencia escénica. Enviar cartas, tener el portafolio disponible, tener las canciones grabadas, la música… hay que tener todo el tema de producción listo para venderlo. Veo que el teatro es una industria también. Debemos ser organizados para llegar a más gente. Todo funciona como un negocio, con oferta y demanda: hay que estar en activación”, explica. 
    La historia detrás de Mancha nace desde lo más íntimo. “Soy madre, tengo dos hijas, y siempre me pidieron crear algo para ellas, para sus amigas. Se quejaban de que las trataban como bobas con las letras de las canciones ‘populares’ para la infancia. Así que con esta imagen profunda, viéndolas disfrutar su infancia, la manera en cómo ven el mundo, cómo se comunican entre ellas y las preguntas que hacen, empecé a trabajar en esta obra. Más que un concierto, es una obra de teatro musical.” 
    La transición de Yenny del teatro a la música fue natural. “Están muy conectados. Igualmente, también he estudiado mucho. Me interesa estar en constante entrenamiento, y la música es indispensable en los lenguajes escénicos. Así que he hecho eso: estudiar, escuchar más música, indagar en diferentes ritmos y melodías. Todo esto de la creatividad es sobre hacer e intentar, por ensayo y error. Es algo que hay que mantener en continua práctica.”

    Mancha-Yenny-Sanchez

    Sánchez comenzó como actriz, y esa raíz le da fuerza a su trabajo escénico. En Mancha, no solo escribe y dirige, sino que también interpreta en escena, encarnando personajes poéticos profundamente conectados con la infancia. “Como actriz, me interesa que lo que hago tenga verdad, tenga alma. No se trata solo de entretener, sino de emocionar y dejar algo en quien lo ve.” Esa conexión es evidente en cada función: las niñas protagonistas viven una aventura de autodescubrimiento, ternura y preguntas esenciales sobre el mundo, en un entorno escénico lleno de magia visual y musicalidad envolvente.

    El corazón de esta propuesta está profundamente ligado a la educación artística como herramienta de transformación. En palabras de Sánchez: “En la infancia se pueden sembrar muchas semillas, es un momento en el que los niños están disponibles para todo. Si les damos arte, les damos alas.”

    La educación artística no es solo una herramienta de expresión: es una necesidad fundamental para el desarrollo integral de los niños y niñas. A través de la música, el teatro, la danza, la pintura o la literatura, los niños no solo juegan y se divierten, también aprenden a conocerse, a entender el mundo y a relacionarse con los demás.

    El arte fomenta la creatividad y el pensamiento crítico. Permite explorar ideas propias, hacer preguntas, imaginar soluciones y crear sin miedo a equivocarse. Esto fortalece la capacidad de pensar de forma original y resolver problemas desde múltiples perspectivas. Además, el arte desarrolla habilidades emocionales y sociales, ofrece un canal para expresar emociones que a veces no pueden verbalizarse. Al interpretar, dibujar o cantar, los niños desarrollan empatía, autoestima y capacidad para trabajar en equipo.

    Mancha-Yenny-Sanchez

    Numerosos estudios demuestran que los niños que participan activamente en actividades artísticas tienen un mejor desempeño académico. El arte estimula áreas del cerebro relacionadas con la concentración, la memoria y la atención. También potencia el desarrollo psicomotor, cultiva la sensibilidad estética y cultural, y contribuye a la inclusión y al bienestar emocional. El arte es un lenguaje universal, accesible a todos los niños sin importar su origen, idioma o condición.

    Yenny Sánchez ha logrado con Mancha un fenómeno artístico y comercial que trasciende el entretenimiento: ha creado una obra con alma, una propuesta escénica profesional que conecta con lo más profundo de la infancia y de la familia. Hoy, Mancha es reconocida como una de las producciones más significativas de la música escénica familiar. Su impacto no se mide solo en aplausos, sino en memorias compartidas, en vínculos fortalecidos entre padres e hijos, en nuevas preguntas que siembran sensibilidad.

    Y detrás de este fenómeno hay una mujer que lo ha hecho posible todo: actriz, compositora, directora, gestora cultural, madre y emprendedora. Yenny Sánchez demuestra que el arte, cuando nace desde la verdad y se gestiona con inteligencia y amor, puede llegar muy lejos. Puede emocionar, transformar… y sostenerse.

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